La Iluminación Espiritual y Cyndriel Aldebaran, un Planeta Místico
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Autora/Autor
Swaruu Official - EspañolPublicada/Publicado
September 10, 2023La Iluminación Espiritual y Cyndriel Aldebaran, un Planeta Místico
Mari Swaruu: Hola de nuevo. Gracias por estar aquí conmigo una vez más. Espero que estén todos muy bien. Mi nombre es Mari Swaruu.
Las imágenes fueron elegidas con mucho cuidado por mí y se aproximan mucho a como se ve realmente el planeta.
Como siempre he dicho, la evolución espiritual y la iluminación no dependen de dónde se encuentra el sujeto, ya que es un proceso interno. En todos los asuntos del espíritu, tú eres el Universo entero y el Universo entero está dentro de ti, e incluso el principio de no localidad se aplica aquí más que nunca, como todo lo que tiene que ver con la conciencia, como el creador primordial de todo, y está fuera de todos los conceptos de distancia, espacio y tiempo.
La iluminación no depende de donde estés ni de tu entorno sino de quien eres y de tus pensamientos, así como del nivel de conciencia que hayas desarrollado. En otras palabras, puedes alcanzar la iluminación en un basurero. Y todas aquellas personas que buscan encontrarse a sí mismas, por lo tanto la iluminación con la que está relacionada, que van a la India o Nepal, entre otros lugares, en su mayoría buscan orientación.
Aunque ellos también saben algo más. El estar en su cuerpo físico viviendo y rodeados de un ambiente de alta frecuencia, con personas afines y donde haya silencio, paz y tranquilidad, ayuda mucho a la introspección. Puedes alcanzar la iluminación en una habitación pequeña llena de mosquitos molestándote y con una calle de ciudad ruidosa afuera, llena de problemas familiares y con tus vecinos gritándose constantemente, todo en un lugar cálido y húmedo, pero es mucho más difícil. Y desde una perspectiva más amplia, eso es exactamente lo que es la Tierra, un lugar ruidoso, donde casi nunca te dejan solo para contemplar tus pensamientos, por lo que se considera que la Tierra es uno de los lugares más difíciles sino el más difícil para encarnar.
Sin embargo, la fricción y las dificultades también propician la iluminación, incluso como un escape o un mecanismo de afrontamiento o supervivencia, donde tu incapacidad para controlar tu mundo exterior, tu incapacidad para satisfacer las necesidades de tu alma, te obliga a mirar hacia adentro, a buscar tus respuestas existenciales dentro de ti mismo. Aunque la iluminación como tal es tema para otro video que aparecerá próximamente, debo decir que, en mi opinión y en mi experiencia, la iluminación es un estado de conciencia, autoconciencia, donde ha habido la disolución total del ego, donde todo lo que existe se asimila plenamente como parte de ti mismo y, lo más importante, cuando de repente te das cuenta de que la iluminación como tal nunca se puede alcanzar, al menos mientras estás en un cuerpo con una identidad. Y eso tampoco es iluminación, porque ni siquiera se puede definir la iluminación. Pero estoy divagando.
El planeta Cyndriel, Aldebaran, es uno de esos lugares que propician el proceso de iluminación y muy bien. Cyndriel es el segundo planeta que orbita al gigante naranja Aldebaran, también llamado Alfa Tauri, que es la estrella más brillante de la constelación de Tauro, a unos 65 años luz de la Tierra. También se le conoce como ojo de toro.
Es enorme, aproximadamente 44 veces más grande que el Sol 13, la estrella que orbita la Tierra aquí, y es la decimocuarta estrella más brillante en el cielo nocturno vista desde la Tierra, con una luminosidad 153 veces la del Sol de la Tierra en luz blanca y 518 veces más brillante en índice de radiación, múltiples longitudes de onda, y tiene una estrella enana blanca muy pequeña orbitando alrededor de él como compañera lejana.
No se considera parte del cúmulo de estrellas de la Hiades, porque está mucho más cerca de la Tierra, pero está en esa dirección general y también se le conoce como seguidor ya que surge justo después del cúmulo de estrellas de las Pléyades.
Su representación como toro está relacionada con el mito griego de Zeus, quien asumió la forma de un toro para secuestrar a Europa.
Aldebarán es tan masivo que atrae componentes interestelares que forman una pequeña y densa nebulosa a su alrededor, que sirve como lente o filtro para su radiación y es responsable de gran parte de su color rojizo.
Como estrella, Aldebaran es de una frecuencia existencial extremadamente alta y, como es tan masiva, toda el área donde se encuentra se halla inmersa en su vibración positiva dominante.
En la perfecta distancia habitable a una estrella tan masiva, encontramos un sistema planetario de cuatro miembros y Cyndriel es el segundo planeta del mismo.
Cyndriel es un planeta desértico, un mundo extraño donde muchas cosas no son lo que parecen, desde nuestro punto de vista basado en nuestras experiencias en otros lugares. Su aspecto general es el de un lugar hostil, tan seco que allí no puede existir vida, y constantemente bombardeado por la inmensa e implacable radiación de Aldebarán. Pero ese alto índice de radiación, lejos de cocinarlo todo, en realidad es de una frecuencia tan alta que eleva la vibración existencial de todo el planeta de tal manera que la radiación se vuelve inofensiva para la vida, e incluso la propicia.
Otro factor aquí es que la nebulosa que Aldebarán genera a su alrededor filtra gran parte, sino todas, las dañinas ondas de radiación de baja frecuencia. Lo importante es la frecuencia de la radiación, no la cantidad o el volumen de la misma. La radiación como tal depende en gran medida de su frecuencia. En el caso de Aldebarán, puede clasificarse como súper alta, hasta el punto de que se considera que pertenece a otra densidad existencial mucho más alta, pero puede ser alcanzada por una nave estelar.
Aunque Cyndriel al principio parece un planeta desértico sin vida, cuando se mira de cerca, se puede ver que en realidad está hirviendo de vida, aunque no exactamente como la conocemos. Por ejemplo, está lleno de plantas, pero su clorofila es roja, amarilla y naranja, lo que desde lejos nos da la impresión de estar seco o de no tener ninguna planta.
El lugar está lleno de bolsas de agua dulce en todo el planeta, la mayoría justo debajo de la superficie o en las numerosas y grandes cavernas bajo sus montañas, que son muy porosas, parecidas a un queso gruyer, por lo que no hay escasez de agua ya que allí hay numerosos pequeños lagos con agua potable repartidos por todo el paisaje.
Las temperaturas allí rara vez superan los 40 grados Celsius, o 104 grados Fahrenheit, en su máximo. Con un cómodo promedio planetario de 22 grados Celsius o 71,6 grados Fahrenheit. Aunque a veces puede bajar mucho, o en ciertas áreas del planeta, y su índice de gravedad es 0,75, lo que hace que todo pese allí un 25% menos que en la Tierra, con sus grandes beneficios para la salud, especialmente para nuestro sistema cardiovascular. Y su contenido de oxígeno es alto, pero en un rango seguro.
Aldebarán es tan brillante que no existe noche como tal en el planeta Cyndriel, solo oscila entre la plena luz del Sol y el crepúsculo de sombras, de forma muy parecida al amanecer en la Tierra, lo que obliga a todas las criaturas y personas a buscar oscuridad bajo tierra en sus numerosas cavernas. Sin embargo, la luz de su Sol no quema la piel de los Lyrianos, ya que su índice de radiación dañina es mucho más bajo que el del Sol de la Tierra.
Parece que todo está dispuesto a matarte, todo parece hostil a nuestra interpretación externa o punto de vista, basado en nuestra experiencia en otros lugares, pero casi no hay cosas, plantas o animales allí que puedan dañarnos. El mayor peligro sería caerse por un precipicio, pero eso es si eres torpe y descuidado.
Allí no hay depredadores ni parásitos, ya que todas las plantas y animales trabajan en perfecta simbiosis. Incluso las plantas nos parecen hostiles, ya que aparentemente están llenas de espinas y partes puntiagudas, pero todas son suaves al tacto e incapaces de penetrar la piel humana.
Muchas especies de plantas levitan debido a su alto contenido magnético reaccionando a las rocas magnéticas del planeta que se encuentran debajo en esas áreas y toman su humedad del vapor de agua proveniente de los puntos calientes subterráneos que abundan por todo el planeta. Sin embargo, Cyndriel es muy estable geológicamente.
Esas plantas son arrastradas por el viento mientras flotan alrededor de esas áreas altamente magnéticas, creando una escena asombrosa, con un fuerte sentimiento místico irreal. La inmensidad de desiertos interminables del planeta provoca en los corazones de los visitantes una fuerte sensación de ser muy pequeños. El silencio palpitante que allí se respira propicia la introspección y las fantasmales escenas rojas fácilmente hacen que se te llenen los ojos de lágrimas. Todo el lugar provoca fuertes reacciones emocionales de alegría y tranquilidad en los corazones y almas de quienes visitan el planeta.
Uno de los momentos más impresionantes es cuando al amanecer Aldebarán se eleva desde el horizonte del desierto. Es tan grande que lo cubre casi todo, de izquierda a derecha, y todo lo que se puede ver en esa dirección es un enorme disco solar naranja que se eleva desde las rocas inclinadas de las montañas a lo lejos.
Sin embargo, Aldebarán es de una frecuencia tan alta y como está fuertemente filtrado, primero por su nebulosa y luego por la atmósfera de Cyndriel, que se puede ver a simple vista sin problemas.
Aldebarán es un gigante suave y pacífico de alta frecuencia, incapaz de dañar la vida biológica. Su calor te cubre con una cálida manta etérica mientras que todo el lugar eleva tu espíritu y genera introspección y bienestar.
Cyndriel está habitado por seres de luz de mayor densidad. Muchos los llaman Amelie, quienes solo toman forma cuando quieren ser vistos o cuando quieren interactuar con alguien como nosotros. Es posible que te encuentren mientras caminas por el desierto silencioso en el crepúsculo y es posible que tengas un evento de comunicacion telepática con ellos que te cambie la vida.
Pero es posible que se acerquen a tí solo mentalmente sin que tu siquiera sepas que están abriendo tu mente a una conciencia superior o a cualquier cosa que sientan que tu quieres ver, como un arbusto parlante, como un animal, como una planta ó una roca, así como una figura humanoide de pura luz.
Los encuentros con estos seres siempre cambian la vida de la manera muy positiva, por que terminas comprendiendote a ti mismo con una claridad que nunca antes habías pensado que nunca podría existir. Y a medida que te comprendes a ti mismo, comprendes el Universo, ya que no es más que tú propio reflejo.
Todos los conceptos tóxicos del ego y la autoconservación se evaporan allí, ya que hay una sensación de calma y seguridad que simplemente disuelve todos los miedos. Tus apegos se desvanecen a medida que te sientes integrado al Universo en general y de muchas maneras eres destruido como tal, logrando en la vida una asimilación con el gran Todo, donde ya no puedes relacionarte con tu antigua identidad, ya que se vuelve demasiado pequeña por quien realmente entiendes qué eres.
El lugar es de tan alta frecuencia que los transporta a densides más altas de existencia sintiendo allí tanto amor, aceptación, integración, que muchos no desean regresar. Muchas personas y criaturas de todas las razas permanecen allí sin regresar nunca, sin abandonar el planeta, para no ser vistas ni encontradas nunca más, disolviéndose vívidamente en los éteres de densidades superiores con cuerpo y todo.
Este lugar ha sido visitado durante mucho tiempo por personas y criaturas de todas las razas que buscan la iluminación, que buscan encontrarse a sí mismos y que buscan respuestas a la antigua pregunta de quiénes somos y por qué existimos.
Cyndriel es desde hace mucho tiempo la única colonia Taygeteana fuera del cúmulo estelar de las Pléyades y puede visitarse como destino turístico, pero con la única restricción de respetar el lugar y a sus habitantes para no perturbar su magnífico equilibrio vital.
Solo hay una ciudad y un puerto estelar como tal, con el 80% bajo tierra y el 20% integrado en los altos y masivos acantilados inclinados de roca roja de Cyndriel. Las montañas allí tienden a estar en ángulo, todas en una dirección, y muchas crean inmensos acantilados que parecen increíblemente intimidantes, ya que sientes fuertemente que toda la montaña caerá sobre ti. Miras hacia arriba y hay una montaña sobre tu cabeza, cientos de metros mas arriba, por donde estás caminando en el desierto. Te sientes como una hormiga a punto de ser pisada por una enorme bota de roca roja.
Esto provoca en ti un fuerte sentimiento de ser increíblemente pequeño, de humildad y de seguridad, cuando te das cuenta de que nada allí puede hacerte daño. Pero incluso este lugar no está exento de problemas, aunque solo pueden verse como problemas cuando se los observa con la mentalidad de un extraño o foráneo.
Por ejemplo, desde ese punto de vista limitado, Cyndriel ha provocado que innumerables personas y criaturas de todas las razas desaparezcan allí sin dejar rastro. Y aunque es ampliamente conocido lo que realmente les sucede a todas esas personas al haber alcanzado la iluminación total, esto puede ser, obviamente, un problema para sus familias y seres queridos. Sin embargo, si alguien se fue con total tranquilidad, como era de esperar, entonces no debería haber ningun problema.
Otro problema es que la alta frecuencia y valor de vibración existencial del planeta, e incluso del área general en el espacio, es tan alto que crea un cambio temporal o anomalía temporal muy fuerte, que desincroniza todo allí con el resto del espacio-tiempo, del espacio interéstelar promedio, dejando a Cyndriel con su propio concepto y valor particular del tiempo que no corresponde a que ni a como lo percibimos desde fuera de esta área. Una hora puede ser una semana para alguien en el cúmulo de estrellas de las Pléyades o un mes o mas para alguien en la Tierra.
El problema es que ni siquiera se puede calcular con precisión, porque no es una constante y cambia todo el tiempo, dependiendo quien intenta calcularlo. Esto crea un problema al visitar Cyndriel porque es imposible calcular cuanto tiempo se estará allí, lo que hace que viajar allí sea un gran problema y algo que se debe considerar con mucho cuidado, ya que puedes encontrarte con la destrucción de tu identidad y de tu ego-yo ahí.
E incluso los colonos Taygeteanos allí, aquellos que habitan el planeta, no son Taygeteanos normales. Son más bien seres de plena luz que eligen encarnar en un cuerpo biológico Lyriano de apariencia humana, que nunca envejece y nunca enferma allí. Incluso los valores de la vida y la muerte cambian en Cyndriel, convirtiéndose solo en conceptos filosóficos y no en la dura realidad. Como se dijo, incluso el tiempo pierde sus garras y dientes allí.
Como de costumbre, los humanos y su camarilla oscura siempre han querido poner un pie allí, conquistar y utilizar a Cyndriel para obtener conocimiento y poder. Uno de los últimos intentos, pero no el último, de invadir Cyndriel, fue durante la 2ª Guerra Mundial cuando los nazis intentaron viajar allí utilizando sus platillos voladores secretos Haunebu.
Pero sin necesidad de entrar en muchos detalles sobre porque no pudieron invadir Cyndriel, es fácil ver que su alta frecuencia general lo protegió en su totalidad haciendo que el planeta simplemente no fuera compatible con una invasión hostil. Y tampoco es compatible con intentar viajar hasta allí utilizando portales artificiales como los de las salas de salto que tanto utiliza el Cabal en la Tierra. La frecuencia necesaria para ir a Cyndriel es simplemente demasiado alta para ser emulada por esas máquinas, por lo que no hay coincidencias de frecuencia, y sin coincidencia de frecuencia, no se puede viajar allí.
La única forma de acceder al planeta es atraves de una nave estelar, volando directamente hacia él, permitiendo que toda el área circunstante del espacio cambie gradualmente la frecuencia existencial de la nave y de todos los que están dentro de ella.
Disfrute mucho escribiendo sobre Cyndriel. Escribí mientras estaba en un trance meditativo-disociativo, o eso senti, y espero que ustedes también hayan disfrutado el tema de hoy.
Gracias por ver mi video, darle me gusta y suscribirse para más, y espero verlos aquí la próxima vez. Que estén muy bien y cuídense.
Con mucho cariño.
Su amiga,
Mari Swaruu
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